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Estudiar, emprender y no detenerse para seguir creando futuros

Miércoles 5 de mayo de 2021 / Actualizado el miércoles 5 de mayo de 2021

Sebastián Góngora es un mariajuanense que además de estudiar construye su futuro con emprendimientos que mejoran la calidad de vida de los usuarios.

Sebastián Góngora es un joven de 24 años oriundo de la localidad de María Juana, Santa Fe. Luego de jugar al fútbol en clubes de Barcelona y Valencia decidió regresar al país para estudiar una carrera universitaria.

Con el incondicional apoyo de su mamá y de su tío y los consejos de su hermano mayor –arquitecto egresado de la UNL- se inscribió en Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Actualmente está por rendir su última materia y comenzó a escribir su tesis de grado.

Sebastián viene de una familia humilde y muy trabajadora y al comenzar sus estudios universitarios tenía en claro que, por su situación familiar, debía hacer la carrera al día. “En la carrera se utilizan materiales caros, fue difícil económicamente y tuve que ser estratégico para estudiar. Las becas de la UNL y las nacionales me ayudaron a seguir adelante”, comentó el estudiante.

Espíritu emprendedor

Hace unos años Sebastián fue convocado por el Área de Vinculación de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) para asesorar un emprendimiento. De esta manera, conoció el proyecto Diacce, un emprendimiento que produce y comercializa accesorios para personas con diabetes tipo 1 que aseguran un continuo tratamiento al proteger sus dispositivos en la vida cotidiana. Utilizan materiales flexibles a partir de la impresión 3D, otorgando productos que brindan seguridad, libertad e independencia para una mejor calidad de vida a los usuarios.

A Góngora le gustó tanto el proyecto que terminó siendo socio de la persona a la que asesoraba. “Mi principal proyecto siempre fue seguir estudiando y terminar la carrera, pero a la vez, comenzar el camino del emprendedurismo”.

Es tanto el espíritu emprendedor de este joven mariajuanense que lleva adelante, junto a otro equipo interdisciplinario de jóvenes profesionales, otro proyecto denominado Digestoponia. El emprendimiento apunta a lograr un biodigestor de segunda generación tipo UASB, que permitiría utilizar los residuos alimenticios domiciliarios para producir biofertilizante que pueda ser aprovechado para el cultivo vegetal en sistemas intensivos de producción a partir de técnicas sin suelo. Además, el dispositivo produce biogás apto para usarse en una cocina.

Además del emprendedurismo y la vida académica Sebastián, junto a su hermano Nicolás, le dieron vida al taller de chapa y pintura que era de su papá. Los hermanos Góngora aprendieron el oficio de su padre y durante la cuarentena realizaron varios trabajos para instituciones y empresas de María Juana.

Reconocimientos

Sebastián junto a sus equipos de trabajo de Diacce y Digestoponia ganaron premios en diferentes concursos a nivel nacional. Actualmente, ambos emprendimientos, continúan participando en concursos con el objetivo de seguir validando las ideas, ganar dinero, seguir formando a los equipos y para continuar elaborando un modelo de negocio que les permita incorporar sus productos al mercado y sostenerse como fuente de trabajo para los propios emprendedores.

Con Digestoponia, Góngora y su equipo, reciben asesorías y mentorías del Parque Tecnológico Litoral Centro, experiencias sumamente valiosas para proyectos que recién están naciendo y quieren salir con su producción al mercado.

Agradecimientos

 “El acompañamiento que tuvimos por parte de la UNL y la posibilidad de compartir ideas y de aprender es algo que se valora mucho. Desde el inicio de mi carrera la Universidad me acompañó con becas, cuando comencé con mis emprendimientos recibí un completo apoyo a través de los gabinetes para emprendedores. Llegamos con ideas locas y la UNL nos ayudó a bajarlas a la realidad para llevarlas adelante y generar futuros negocios”, asegura.

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