Tema de debate

El 21% de los santafesinos no está seguro en su casa

Lunes 25 de febrero de 2008

El dato es parte de un trabajo realizado por el Observatorio Social de la UNL. Según la encuesta, el delito casi se mantuvo, pero creció la “sensación de inseguridad”. De todos los hechos, el que más se repite es el robo de viviendas. Los barrios: Sur y Guadal

En el último año, el 23,1% de los santafesinos fue víctima de algún tipo de delito, según un trabajo realizado por el Observatorio Social de la UNL, un porcentaje similar al registrado en 2005, cuando el mismo índice hablaba de un 23,3% de los encuestados (o miembros de su hogar) que había sido víctima de algún acto delictivo durante ese año.
Sin embargo, para los santafesinos hubo un marcado incremento en la “sensación de inseguridad”: el 52,1% de los encuestados cree que el delito creció en su barrio en el último año, una cifra 11,5 puntos mayor que la registrada en el sondeo que se realizó en el 2006. Esa “sensación” también se midió en los hogares, y allí las respuestas fueron más moderadas: mientras un 21% afirmó sentirse “nada seguro”, el 33,2% manifestó sentirse “muy seguro” en su casa en 2007.
“A medida que uno se va alejando del escenario más concreto como es la casa, el encuestado tiende a expresar una sensación más alarmista. Hay disociación entre un nivel de representación de temor frente al delito en un plano más abstracto, y el delito en un plano más concreto. En un plano más abstracto tiende siempre a crecer y mantenerse en niveles muy altos, mientras que en los planos más concretos se muestra más contenido”, explicó Máximo Sozzo, investigador de la FCJS de la UNL al comparar los valores.

¿Más o menos que antes?
La modalidad de panel con la que se efectúa el sondeo permite conocer la opinión del mismo hogar (o jefe de hogar) en distintos años. Es por eso que los investigadores del Observatorio pudieron comparar la “sensación de inseguridad en el hogar” en las mismas familias, durante 2005 y 2007. Y sólo poco más de la mitad de los que respondieron sentirse “muy seguros” en sus hogares hace dos años atrás, respondieron lo mismo en 2007. Del porcentaje restante, el 27,5 dijo sentirse “algo seguros”; el 7,4% “poco seguros”; y el 10,3% dijo estar “nada seguros”.
En el otro extremo no ocurrió lo mismo: aquellos que dijeron sentirse “nada seguros” en 2005 mantuvieron su respuesta en un 41,9%, mientras que el 12,9 cambió su respuesta a “muy seguros”, el 25,8% “algo seguros” y el 16,1% “poco seguros”. Esto es lo que se conoce como medición de la rotación de elecciones y tiene como referencia las respuestas de los mismos hogares, dos años atrás.

Delitos: ¿dónde?
En cuanto a la cantidad de hechos delictivos, el Suroeste presentó el valor más alto con un 23,5%; Guadalupe, 20,3%; Noroeste, 17,8% y, finalmente, El Pozo, 13,2%. Si bien los números varían, las diferencias “no son significativas porque no evidencian un sector de concentración”, explicó Sozzo.
“Ninguna de las zonas de las que tenemos datos supera la media”, comentó el  especialista en criminología, y agregó: ”Esto sirve para ayudar a desarmar preconceptos como que los pobres roban a los ricos; algo así como un Robin Hood moderno que redistribuye las riquezas sociales. Por lo general el volumen de criminalidad es mayor en aquellas zonas de la exclusión social”.
Según la encuesta, en Santa Fe los delitos se concentran en el robo en viviendas (el 7,3% del total manifestado) y el hurto de objetos personales en la vía pública, que mostró un incremento del 3,9% en 2005 al 7,2% durante el 2007, mientras que los robos con violencia contra las personas alcanzaron el 3,1% en este último año.
“El robo en viviendas es un dato que llama la atención por ser relativamente alto. Si se lo compara con los robos con violencia contra las personas, suele tener valores inversos en otras jurisdicciones nacionales”, agregó.

Otra mirada
Los trabajos realizados por el Observatorio Social arrojan indicadores simples que permiten guiar futuros trabajos de investigación más profundos. “Este tipo de instrumentos de encuesta que introducen preguntas relativas a las experiencias de victimización son útiles para iluminar ciertas formas de estas experiencias, pero no otras, por lo que no refiere a todos los delitos cometidos sino a los que las personas se representan al responder por el delito y la inseguridad”, aclaró el especialista.
Este tipo de trabajo de sondeo no está ligado a la práctica policial, por lo que es considerado como una herramienta alternativa. “Las estadísticas policiales están ligadas a lo que la policía conoce, esto a su vez depende de lo que la policía hace y no sólo de lo que pasa afuera. Intervienen muchas variables relacionadas con la institución -como el número de recursos, las modificaciones en los procedimientos- y no solamente de variables vinculadas con la criminalidad”, comentó Sozzo.

Medidas
A la hora de sugerir medidas para mejorar la seguridad, los santafesinos propusieron bajar la desocupación (38,3%), mejorar la educación y aumentar su presupuesto (35,8%) y mayor vigilancia policial (32,3%). Mientras tanto, las medidas que tienen que ver con el incremento de la punitividad son consideradas en menor medida como una opción para disminuir la inseguridad.
“Estos resultados parecen indicar que la opinión pública no es uniforme acerca del incremento de la severidad en las penas privativas de la libertad. La mayor parte de las personas no demandan mayor punitividad”, explicó. Ejemplo de esto es que la pena de muerte tiene una aceptación como medida útil sólo en un 9,6% de los encuestados.


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