Lenguaje y cosmovisión

Mocovíes, o la historia de una lengua que se pierde

Lunes 6 de marzo de 2006

El 50% de las 6.000 lenguas del mundo corre peligro de extinción, y una de ellas es la mocoví. Investigadores de la UNL estudian los rasgos particulares de este idioma. El objetivo es evitar que esta lengua caiga en el olvido.

Es como una sentencia: el idioma mocoví podría desaparecer si nadie hace nada para evitarlo. Pero lo peor es que gran parte de su cultura moriría junto con su lengua, y con eso parte de la historia de nuestra provincia.

Empeñados en procurar que ese final no ocurra, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) se propusieron indagar en las raíces de una de las variantes del mocoví (la comunidad lingÁƒ¼ística santafesina) y buscar aquello que hace de éste un idioma diferente.

"Buscamos presentar algunos rasgos mínimos de la tipología de una lengua poco documentada y en peligro", indicó la Lic. Cintia Carrió, becaria del Conicet, que eligió esta temática para elaborar su tesis de posgrado, segura de que son estos estudios sistemáticos los que pueden apuntar a recuperar al idioma del olvido y preservarlo del peligro de "extinción".

Para documentar el trabajo, Carrió observó varias comunidades mocovíes, y mantuvo con sus miembros largas entrevistas, tras lo que obtuvo algunos datos relevantes que diferencian a esta lengua del español: en mocoví, cuando se habla en pasado, presente o futuro, no hay marcas en el verbo que indiquen ese tiempo (denominado técnicamente registro de la marcación morfológica del tiempo), sino que utiliza otras categorías "marcadoras", como adverbios, para localizar temporalmente los hechos en relación con el momento del habla o con otros hechos, y también clasificadores, a través de los cuales es posible "organizar el mundo" en tiempo y espacio entre otras variables.

Á‚¿Por qué investigar sobre estos puntos? Para "contribuir por un lado, con la discusión lingÁƒ¼ística y sus postulados acerca de estos temas; y, por otro lado, con los estudios que ponen de manifiesto las maneras en que las lenguas reflejan las diferentes cosmovisiones de los pueblos", dice un trabajo que expuso Carrió sobre la temática. Pero, fundamentalmente, porque conocer aspectos y documentarlos puede ser uno de los salvavidas para evitar que lenguas como el mocoví caigan en el olvido.

La becaria (Conicet-UNR) también forma parte del proyecto de investigación "Lenguaje y cognición: articulaciones conceptuales y empíricas" del Programa Minimalista en el análisis de las estructuras temporales de las lenguas naturales, subvencionado por la UNL y dirigido por el Prof. Héctor Manni.

Tan lejos, tan cerca

Los aborígenes conocidos como mocovíes forman parte del grupo etno-lingÁƒ¼ístico Guaycurú, que se completa con los de otros pueblos, como los Toba, Pilagá, Kadiwéu, y los ya extinguidos Payaguá Mbayá y Abipón.

En la actualidad, "los mocovíes habitan en comunidades localizadas en el sur de la provincia de Chaco y en el centro y norte de la provincia de Santa Fe. En el caso santafesino, ocupan espacios semirrurales y/o periférico-urbanos, al margen de aquellos que no se encuentran constituyendo algún núcleo habitacional", describió Carrió en uno de sus trabajos.

Es en esos lugares, donde precisamente habitan mocovíes, donde el uso de la lengua se relegó desde hace un tiempo a espacios cada vez más privados y reducidos, con el agravamiento de que las nuevas generaciones no lo hablan o lo hacen en mucho menor medida que sus padres y abuelos.

Tanto es así que, hace un par de años, en una de las comunidades estudiadas, "se llevó a cabo un proyecto implícito de exterminio de la lengua que consistía en prohibir a los niños hablar en mocoví para, de ese modo, ocultar un rasgo fundamental de su identidad y evitar la no-integración a la sociedad `global'. Los agentes-autores de dicho proyecto fueron los abuelos de los niños que hoy asisten a la escuela polimodal. Sus fundamentos se solventaban en el supuesto de que la lengua mocoví se presentaba como un obstáculo para la integración social de sus hijos", comenta Carrió en un trabajo a editarse próximamente por un centro de publicaciones de la UNL.

Estas cuestiones -agrega- "se conjugan con la implementación, en diferente grado, de distintas políticas de invisibilización que atentan contra la lengua y, por lo tanto, contra el poder simbólico del lenguaje como indicador de las identidades étnicas".

Enseñar mocoví

A la hora de desenmarañar las razones de por qué las nuevas generaciones no aprenden mocoví, aparece un aspecto fundamental: la población escolar de las comunidades estudiadas no es bilingÁƒ¼e, y tampoco hay docentes especializados en esta lengua originaria.

Asimismo, existe escaso desarrollo de la documentación del mocoví y sobre su sistema gramatical; es por eso que "la necesidad de descripciones de esta lengua que apunten a explicar el funcionamiento del sistema, así como el trabajo con la historia oral y la reconstrucción de la memoria, son acciones que presentan urgencia absoluta", agrega en uno de sus trabajos.

"Las necesidades son muchas y variadas: la indagación, documentación y reflexión sobre la lengua; la formación lingÁƒ¼ística de docentes nativos; la elaboración de material didáctico de apoyo; pero básicamente la concientización de la importancia que supone apropiarse de la historia y la identidad sin temores ni resquemores", dice un trabajo.

Finalmente, agrega que "se necesita que el pueblo tome el mando de su propia historia, de su propio presente de la mano de acciones estatales que posibiliten los medios legales y materiales para evitar la pérdida de parte de la historia de la humanidad".

Trabajos citados: "El estudio del tiempo en la lengua mocoví. Reflexiones en torno a una lógica temporal diferente", en II Jornadas Internacionales de Educación LingÁƒ¼ística; "La lectura de la información gramatical. Qué nos muestra la lengua mocoví", I Congreso de Lecturas Múltiples; "La información gramatical como codificación de la lógica de una cosmovisión o lo que implica decir que al extinguirse una lengua muere una cultura. Primeros estudios de la marcación del tiempo y el espacio en mocoví" en Revista del Centro de Estudios Comparados El Hilo de la fábula (en prensa).

Algunos números

* En el mundo, se pierde una lengua cada dos semanas.
* En Argentina, hay 18 lenguas en peligro de extinción.
* Algunas son: toba, mapuche, guaraní correntino, mocoví, wichi, chiriguano, pilagá, yahgan y tehuelche.
* En un futuro cercano, desaparecerán 700, en toda América; 200, en África; 80, en Asia, y 40, en Europa.

Fuente: Unesco

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